(Formación Bonificada o Continuada para tus trabajadores en activo en régimen general)
Si eres una empresa, tienes créditos disponibles para gastar en formación anualmente.
Si no los utilizas para formar a tus trabajadores, lo pierdes.
Así de claro. A no ser que gestionemos para tí el traspaso de fondos antes de junio del año en curso. Si no ha sido así, tienes hasta el mes de diciembre para finalizar la formación y bonificarla, en todo caso.
En Mundifor, gestionamos de modo integral el proceso de bonificación: te ofrecemos una auditoría y asesoramiento gratuito para detectar necesidades formativas, no cumplimientos con normativas, oportunidades … creando un programa formativo a medida incluida la gestión con Fundae, impartición y justificación del coste para que te salga a coste 0 según la normativa.
Pero ¿qué es la Formación Programada por las empresas?
La formación programada o bonificada, también conocida como formación bonificada o formación continua, es un sistema de financiación y fomento de la formación profesional en las empresas. En España, este sistema está regulado por la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), antes conocida como Fundación Tripartita.
La formación programada o bonificada permite a las empresas obtener una bonificación en las cotizaciones a la Seguridad Social para financiar la formación de sus trabajadores. Esto significa que las empresas pueden utilizar parte de las cotizaciones que destinan a la Seguridad Social para invertir en la formación de sus empleados, en lugar de pagar dichas cotizaciones al Estado.
Las empresas tienen la responsabilidad de planificar y gestionar la formación de sus empleados, eligiendo los cursos y las entidades de formación que mejor se adapten a sus necesidades. Estos cursos pueden ser impartidos por entidades externas o pueden ser desarrollados por la propia empresa, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por la Fundae.
Para acceder a esta formación bonificada, las empresas deben cumplir una serie de requisitos y tramitar la solicitud correspondiente a través de la plataforma telemática de la Fundae. Además, es necesario que la formación esté vinculada al puesto de trabajo y sea de carácter oficial o bien tenga una entidad certificadora reconocida.
En resumen, la formación programada o bonificada es un mecanismo que permite a las empresas obtener una bonificación en las cotizaciones a la Seguridad Social para financiar la formación de sus empleados. Es una forma de promover la capacitación y el desarrollo profesional dentro de las organizaciones, incentivando la adquisición de nuevas competencias y habilidades por parte de los trabajadores.
La entidad encargada de gestionar estos créditos formativos es FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el empleo), que calcula a partir de los datos de la Tesorería general de la Seguridad Social TGSS el crédito teniendo en cuenta la cotización por formación profesional de los trabajadores en Régimen General y la plantilla media.
Si eres una pequeña empresa con al menos un empleado, debes saber que el crédito mínimo del que dispones es de 420€.
Disponemos de alumnado formado pendientes de realizar prácticas en su empresa a coste 0 por módulos de prácticas desde 100 horas dentro del PLAN «CURSOS PARA EMPEZAR A TRABAJAR». No hay ningún coste para la empresa. El coste de la formación es asumido por el propio alumnado y nosotros asumimos el coste de gestión, seguimiento y póliza de seguro de accidentes durante la práctica.
Al alojar alumnado en prácticas, una empresa puede beneficiarse de varias ventajas:
Renovación de conocimientos: Los estudiantes en prácticas suelen estar actualizados en los últimos avances y teorías relacionadas con su campo de estudio. Al permitirles trabajar en la empresa, la organización puede beneficiarse de ideas frescas y nuevas perspectivas que pueden impulsar la innovación y el desarrollo.
Recursos adicionales: Los alumnos en prácticas pueden proporcionar un apoyo adicional en las tareas diarias de la empresa. Esto puede liberar recursos y permitir que los empleados actuales se centren en tareas más estratégicas o de mayor prioridad.
Identificación de talento: Las prácticas ofrecen a la empresa la oportunidad de identificar y evaluar a futuros profesionales en un entorno de trabajo real. Si un estudiante en prácticas se destaca y demuestra habilidades y aptitudes excepcionales, la empresa puede considerar ofrecerle una oferta de empleo al finalizar sus estudios.
Establecimiento de relaciones con instituciones educativas: Al alojar alumnado en prácticas, una empresa puede establecer relaciones sólidas con instituciones educativas y colaborar en el diseño de programas formativos. Esto puede generar asociaciones a largo plazo y fomentar el intercambio de conocimientos y recursos.
Mejora de la reputación de la empresa: Al ofrecer oportunidades de prácticas, una empresa puede mejorar su imagen y reputación como empleador. Esto puede resultar atractivo para futuros candidatos a empleo y fortalecer la marca de la empresa.
Es importante destacar que, para aprovechar al máximo estas ventajas, es necesario brindar a los estudiantes en prácticas una experiencia de aprendizaje significativa y supervisada, asignándoles tareas relevantes y ofreciéndoles orientación y retroalimentación adecuada.